-Por
Pablo E. Juárez Juárez-
Cuando los adultos de hoy leíamos en nuestros libros de Historia de
la Secundaria sobre las hechos aberrantes de la Primera y Segunda Guerra
Mundial, incluyendo aquél fatídico ataque con bombas atómicas a cargo del Enola
Gay provocando más de 246 000 muertes, pensábamos que esos eventos eran el
límite de la capacidad humana para destruir a su prójimo. ¡Qué ilusos éramos en
aquél entonces!.
Durante los días más recientes, se ha convertido en una práctica
común escuchar o leer en cualquier tipo de emisión noticiosa, en radio,
televisión y prensa escrita y digital, sobre eventos que hablan de una
deshumanización mundial alarmante pero sobre todo, creciente.
La represión, los conflictos bélicos, los desastres naturales y la
violencia, son los principales factores para que el planeta viva la peor crisis
humanitaria desde el periodo de 1939 a 1945. En el último año, según datos
dados a conocer por la Organización de las Naciones Unidas, han tenido que
migrar a otros países principalmente a causa de la hambruna, las guerras
civiles y religiosas, y el terrorismo que enfrentan día con día, sin olvidar la
búsqueda de mejora económica, como sucede en nuestro país con el famoso “sueño
americano”. Sin embargo, no es Estados
Unidos la única opción de migrar a un sitio con mayores ofertas de mejora de
vida; Europa está siendo invadida diariamente por miles de migrantes que
escapan de África como resultado de la represión y la violencia que viven
gracias a la existencia de rebeliones y terroristas, como en Nigeria, por
mencionar un caso.
Ni mencionar la interminable guerra en la Franja de Gaza, donde
Israelitas y Palestino continúan con una batalla milenaria que parce no tener
fin y que ha acabado con la vida de miles de ancianos, mujer y niños, y con un
muy buen negocio para los países fabricantes de armas.
Los casos de pederastia en las agrupaciones religiosas, no solamente
las católicas, han arreciado en los últimos años, y cada vez son más los casos
denunciados de sacerdotes o pastores que abusan de niños, sin mostrar el menor
escrúpulo ni remordimiento. Y justamente cuando el Nuncio polaco Josef
Wesolowski, acusado y arrestado en su propio domicilio, se convertiría en el primer caso de un alto
mando de la Iglesia católica en ser juzgado y castigado por denuncias de abuso
sexual contra menores, el destino (quiero pensarlo así), le ofrece la salida de
la muerte por “padecimientos no especificados”.
En Austria, 50 migrantes fueron encontrados muertos dentro de un
camión abandonado, y entre los que se encontraban niños, y personas de diversas
etnias y edades como parte de las luchas separatistas al interior de algunos
países cercanos, mientras que los decesos por naufragios en navíos improvisados
provenientes del norte de África van en aumento registrando en promedio la
cifra de 150 personas muertas por evento, y a pesar de ello, la cantidad de
migrantes que intentan llegar a Europa es hasta un 40% más que en 2014, según
datos de la propia ONU.
Ucrania, presenta una guerra civil desde hace año y medio; donde la
intervención de otros países como Rusia, no hacen más que agravar el conflicto
e incrementar diariamente el número de civiles muertos o heridos. En Venezuela, bajo el pretexto de la
“operación para liberar al pueblo”, existen documentados momentos en que la
propia policía local asesina con tiro de gracia a los civiles venezolanos en
plena calle con pretexto de tratarse de presuntos criminales, hechos que vienen
ocurriendo desde el mes de julio pasado.
México, por su parte, es la muestra total del pisoteo del hombre por
el hombre… las historias son diversas pero igualmente trágicas:
1.- La noche del viernes 26 de septiembre policías municipales de
Iguala se llevaron vivos a estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa.
Según las investigaciones fueron policías municipales coludidos con el cártel
Guerreros Unidos los responsables del ataque lo que dejó un saldo de seis
muertos, 25 heridos y 43 desaparecidos.
2.- En Tlatlaya, Estado de México, la madrugada del 30 de junio ocho
militares mataron a sangre fría a 22 civiles, entre ellos dos adolescentes, que
se habían rendido después de un enfrentamiento armado en el que habían muerto
otras siete personas.
3.- Miles de migrantes que cruzan el país, son capturados por grupos
delincuentes en las zonas fronterizas, secuestrados con fines de obtención de
dinero proveniente de Centro América de sus familiares, explotados laboral y
sexualmente, asesinados y enterrados en fosas clandestinas.
Todo sin mencionar las más de 60 mil muertes que la delincuencia
organizada ha causado en el presente mandato federal y, peor aún, las
circunstancias en que estas se dan.
Lamentablemente, tanto en Europa, Medio Oriente y América Latina,
los asesinatos masivos quedan impunes o con penas irrisorias por falta de
elementos de condena. Pero más triste
es, escuchar a un loco aspirante a gobernante del país más poderoso del mundo,
manifestar su repudio hacia seres humanos que han migrado a lo que él llama “su
país”.
Sí, la humanidad está perdiendo la cualidad de Ser Humano, porque de
ello, no nos queda mas que el nombre.
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