sábado, 23 de abril de 2016

EL RECUERDO DEL ROCK EN TU IDIOMA…


En el año de 1986, a nuestro país llegó una oleada de cantantes y grupos de Rock provenientes de países hermanos como Chile, Argentina y España principalmente.  Con ello, llegó la moda de los pantalones de pinzas a la pretina, las cabelleras esponjadas en las damas y las melenas al hombro de los varones, además de los atuendos de cuero y un espíritu innovador y rebelde para cantantes y público simultáneamente.
El movimiento tocó también a muchos intérpretes en México que encontraron en el Rock en tu idioma, una forma nueva de ingresar al mercado juvenil y crear un híbrido con el Pop de la época. Aparecieron en escena los polos opuestos de los dos géneros dominantes para el segundo lustro de la década de los 80´s.
Convivieron en el mercado musical y el gusto del público cantantes como Luis Miguel, Miguel Mateos, Las Flans, Enanitos Verdes, Miguel Rios, Soda Stereo, Pandora, La Trinca, La Unión, Nacha Pop, Duncan Dhú, Caifanes, Laureano Brizuela, Maldita Vecindad, Timbiriche, Mecano, Alejandra Guzmán, sólo por mencionar a una minoría de ellos.
Seguramente habrá lectores que recuerden haberse enamorado con alguna canción de la época, otros recordarán y evocarán momentos, lugares, estados de ánimo que los trasladen 30 años atrás en el tiempo. 
Un enorme detonante de la época para hacer esto posible, era aquél programa de variedades musicales llamado “Siempre en Domingo”, quien de la monotonía de su conductor Raúl Velazco pasaba a la guerra de cantantes por país que desembocó incluso una serie de discos y videos que recopilaban lo mejor de lo mejor.
Lamentablemente, como toda moda, las épocas y sus géneros musicales tienden a desaparecer con el tiempo. Pero es indudable que aquella etapa de los adolescentes ochenteros y noventeros quedó marcada por la buena música y la prueba palpable de que las corrientes musicales pueden convivir armoniosamente dentro del gusto del público.
La pregunta es ¿Volveremos a vivir una oleada de talento y diversidad musical en armonía como en antaño?...  aún más…  ¿Lograremos superar esta invasión y falsa adopción de la música Reggeatonera y de banda?
El reto para la música actual será perdurar en el tiempo como lo hicieran canciones como La puerta de Alcalá, Lobo Hombre en París, Lamento Boliviano, Cuando seas grande, Lucha de Gigantes, La incondicional, En algún lugar, etc. 
El reto está puesto…

lunes, 18 de abril de 2016

ACOSTUMBRÁNDONOS A VIVIR MAL.


Pocos serán sin duda quienes recuerden aquellas épocas en que una noticia sobre algún asesinato, violación, asalto a transeúnte o a negocios, por mencionar algunos, era justamente eso: una noticia.
Motivo de escándalo eran estos hechos sobre todo a nivel local, principalmente en localidades pequeñas donde casi todos los habitantes se conocían entre sí. Eran tiempos donde salir a la calle no representaba mayor peligro. En las comunidades semiurbanas y rurales pensábamos que cosas así sólo podían pasar en las grandes urbes.
Hoy, la realidad es otra. Cada vez es más común encontrar en cualquier medio masivo de comunicación incluyendo los informáticos, las noticias (y conste que lo digo en plural) sobre niños, adolescentes y jovencitas desaparecidas; personas decapitadas, agresores y víctimas sexuales, asaltos a mano armada, hogares y comerciantes violentados por asaltantes, sin hablar ya de la violencia generada por la delincuencia organizada.
Cada vez es mayor la cantidad de eventos desaprobados por la sociedad. Pero esto conlleva un problema silencioso: sin duda, nos estamos acostumbrando a vivir mal.
Contrastando con lo que ocurría en el pasado, ahora leer en las noticias o cualquier otra fuente informativa algún hecho que denigra la dignidad humana, es tarea común, algo que consideramos normal…  sí, algo normal al menos hasta que nos ocurre en carne propia.
Los ciudadanos hemos perdido la capacidad de asombro, ya no mueve significativamente nuestros sentimientos una imagen o un encabezado que comunique desgracias y malas noticias. Nos hemos convertido en testigos pasivos de una metamorfosis social poco halagüeña. 
Me inclino a decir que incluso, somos parte de complicidad que requieren los delincuentes cuando perdemos la cultura de la denuncia, cuando las escuelas están saturadas de niños y jóvenes que acuden por un acto propio de su edad olvidándose de aplicar y aprender valores y conocimientos que tengan como consecuencia una renovación de la consciencia y la buena voluntad entre los individuos.
Si a esto añadimos la complacencia de las autoridades de todos los niveles, así como un sistema jurídico obsoleto y deficiente, pues las cosas se complican.  
Así pues, la tarea requiere que los ciudadanos, los buenos ciudadanos, los que somos más, estemos mejor organizados que la delincuencia organizada. Nos queda ser empáticos y solidarios con nuestros vecinos apoyándonos y cuidándonos entre nosotros. Exigir a las autoridades acciones efectivas y verdaderas que defiendan más los derechos de los ciudadanos y no a los delincuentes.  
Hay mucho por hacer, nos toca componer lo que hemos dejado que se pudra poco a poco y cuyas consecuencias serán inenarrables para las nuevas generaciones.

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martes, 12 de abril de 2016

LA COLUMNA DEL VIAJERO DEL TIEMPO


Se ha preguntado Usted, ¿Cuánto hace que no escucha canciones como “Aserejé” de las Ketchup, o “Mesa que más aplauda” de Clímax…? ¿Recuerda aquella canción llamada “La Macarena” de Los del Río?...
Existe un debate generacional respecto a cuál época musical ha sido la mejor y, como en todo tema subjetivo que se somete a la discusión, encontrar un punto de acuerdo es sumamente complicado.  Seguramente muchos de nosotros pasamos por el filtro que representaba la opinión de los adultos con quienes convivían con nosotros afirmando que la música de su época era mejor… Cuestión de gustos.
En la actualidad y como ha sucedido también en otras décadas, la producción de Covers es un recurso muy socorrido para cantantes y grupos del momento… sí, lamentablemente, del momento, porque aparece un par de años y jamás vuelven a tener éxito alguno.
El tono nostálgico del comentario proviene de dos verdades que son indiscutibles: por un lado, denota una pobreza en la creatividad de los nuevos compositores e intérpretes, y por otro, un pobre nivel de exigencia de talento artístico para las masas populares.
Resulta insultante escuchar versiones que en el pasado fueron gloriosas e incuestionables, léase Another Brick in the Wall (Pink Floyd) en una pseudo interpretación  de la Banda El Recodo; o escuchar Hotel California (The Eagles) en la voz de Jorge Domínguez y su Súper Class.    
¿Imagina Usted al Acapulco Tropical, o a Rigo Tovar en los 70´s y 80´s  cantando los éxitos de Barry White, Bee Gees, Elvis Presley, entre otros?  Pues así estamos de cerca con la osadía que escuchamos y que increíblemente hay quienes se atreven a denominar “un gran éxito”.
Como dije, los covers han existido siempre, pero subsisten y logran posicionarse a través del tiempo sólo aquellos que se crean con la plena conciencia del intérprete original, respetando el estilo y sensibilidad interpretativa.  Para muestra un botón: Always on my mind, interpretada por Elvis Presley en 1972, e inmortalizada en una versión Pop country por  Willie Nelson en 1982 y en una inesperada pero exitosa creación tecno pop por la banda Pet Shop Boys en 1987, sólo por mencionar algunos, pero que al día de hoy se ha producido en alrededor de 300 versiones diferentes, conservando en todas, la intención y sensibilidad de sus autores Wayne Carson,  Johnny Christopher y Mark James…  Vale decir que no fue Elvis Presley su primer intérprete, sino Brenda Lee y Gwen McCrae respectivamente, y que es una canción que muy fácilmente se escucha en estaciones de radio, en discotecas retro y en fondos musicales de reuniones sociales.
Respetable el esfuerzo de quienes se ganan la vida con el arte de la voz, pero mucho más admirable es quien también respeta un estilo, el sentimiento reflejado en la autoría de los verdaderos creadores de piezas musicales que perduran en el tiempo, década tras década.
Muchos pensamos que en el último medio siglo, la etapa más exitosa por lo perdurable de sus éxitos fueron los 80´s y 90´s en ese orden. Pero sin duda, no se trata de épocas o décadas, sino de que aún las nuevas versiones que se produzcan en el presente y en el futuro, cubran los requisitos de calidad para considerarse memorables, y dejar de ser flor de un día.