miércoles, 8 de junio de 2016

LA INVISIBILIDAD ¿FANTASIA INCREÍBLE O REALIDAD CIENTÍFICA?

EL ESPACIO DEL VIAJERO DEL TIEMPO


Seguramente en algún momento de nuestra vida nos hemos hecho preguntas acerca de la invisibilidad, aquellas que van desde lo fantasioso hasta lo picaresco. Pero, ¿qué sucedería si realmente pudiéramos ser invisibles? En todo caso, ¿Es posible conseguir ser invisibles?

La primera de las cuestiones planteadas encuentra múltiples respuestas entre los seres humanos, tantas como intenciones pueda tener cada individuo. Sin duda, si la invisibilidad estuviera al alcance de la humanidad, como algo muy común, probablemente alcanzaría los mismos efectos en nosotros que el que provoca ver toneladas y toneladas de agua flotando encima nuestro, muchas de las veces con formas caprichosas y brillantes; eso que llamamos nubes y que son espectáculos únicos de la naturaleza que por su frecuencia tan común pasan a segundo plano en la tarea de la admiración humana.

Pero nada de lo anterior tiene un sustento real si no contestamos al núcleo de la interrogante: ¿Es posible la invisibilidad? En muchas películas y obras escritas de éxito, el tema de la invisibilidad se ha abordado como algo real, sustentando apenas en teorías pseudocientíficas de difícil comprensión para el espectador.

Uno de los aportes más cercanos a la realidad pero también enmarcado en la más pura ciencia ficción es que se presenta en la película El Proyecto Filadelfia, en la cual se exhibe la posibilidad de la desaparición de un barco militar ante la vista de todos, incluyendo sus propios tripulantes. El documento videográfico supone la existencia de experimentos no oficiales del Gobierno Estadounidense para tácticas militares innovadoras. El principio de esta intención militar encuentra su explicación científica en la teoría del Campo Unificado de Einstein, cuyo propósito no sólo era la invisibilidad para los radares de la milicia, sino que concluyó en la teletransportación óptica con resultados maravillosos como los viajes en el tiempo.

No es intención de quien esto escribe, narrar una película. Sin embargo, la supuesta desaparición en 1943, en Filadelfia, de un buque de guerra y su aparición en otra época bien merece un análisis cuidadoso. 

Los fundamentos teóricos en los experimentos de Tesla, los alcances del electromagnetismo y los fenómenos ópticos percibidos por el ojo humano, se han conjugado para demostrar que sí es posible alcanzar la invisibilidad.

La Luz que emiten fuentes como el sol o un foco, viajan y chocan en los objetos a nuestro alrededor, llegando a nuestros ojos donde su energía es captada por los receptores de los mismos y enviados al cerebro para interpretarlos como una imagen. Gracias a las frecuencias y magnitudes de onda que emite cada color. De hecho, en la naturaleza existen múltiples clases de ondas que el hombre recibe y que en otras tantas ocasiones recibe sin desearlo: Ondas de radio, microondas, radiación infrarroja, luz visible, luz ultravioleta, rayos X, y otro tipo de radiaciones que pueden incluso ser generadoras de cáncer y algunas mas que utilizamos en la vida diaria como las que permiten el uso tecnológico del Wi Fi, todas en esencia son lo mismo, lo único que varía en ellas es la magnitud y frecuencia. A mayor frecuencia, menos será la longitud de onda y por tanto mayor será también la cantidad de energía contenida en ese tipo de onda electromagnética. Así la luz es una pequeña parte apenas del campo electromagnético que conocemos, ahí se encuentran todos los colores y tonalidades. Nuestros ojos evolucionaron para poder ver todo lo que se encuentre dentro de ese rango, fuera del cual todo se vuelve invisible ante nuestros ojos. Esto es, si la luz no se refleja en un objeto, nosotros no podemos mirarlo. 

La utilización de grandes generadores eléctricos en teoría, desviarían la luz alrededor del objeto que se desear hacer pasar como invisible, creando una especie de repulsión para dicho objeto para que la luz no lo toque y de esa forma no rebote en él y nos permita verlo, logrando con ello la invisibilidad.
Caso de estudios adicionales será consolidar la factibilidad de que un ser vivo pueda ser sometido a cantidades tales de electromagnetismo sin sufrir consecuencias secundarias, incluso la muerte. Queda pendiente saber si es posible una deformación en las dimensiones de espacio y tiempo para poder realizar los hipotéticos viajes en el tiempo.

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